sábado, 22 de enero de 2011

HIstoria de la Lengua Catalana

El catalán es la lengua propia de Cataluña. En este territorio tiene el rango de lengua oficial junto con el castellano, oficial en todo el Estado español. El catalán también es la lengua de una extensa área del este del Estado español (las Islas Baleares, el País Valenciano y una parte de Aragón -la Franja de Poniente-), de Andorra (donde es la única lengua oficial), del sur de Francia (la llamada "Catalunya Nord") y de la ciudad italiana de L'Alguer. En conjunto, la lengua catalana se habla en un territorio de 68.000 km² donde viven casi 13,5 millones de personas. De éstas, se estima que más de 9 millones son capaces de hablarla, mientras que la pueden entender 11 millones.

Es una de las lenguas románicas o neolatinas formadas a raíz de la disolución del latín, entre los siglos VIII y X, en los territorios del Imperio Carolingio que formaban los condados de la Marca Hispánica. Como en la mayoría de lenguas, se pueden distinguir distintas variedades geográficas: noroccidental, central, septentrional o rosellonés, valenciano y balear.  En el valle de Arán se habla el aranès, una variante del occitano.

Los primeros textos escritos en catalán que se conocen son fragmentos de la versión catalana del "Forum Iudicum" y el sermonario "Les Homilies d'Organyà", los dos del siglo XII. En los siglos del Renacimiento y el Barroco vivió una etapa de decadencia en cuanto a la literatura culta, pero se mantuvo en la legislación y la Administración y como lengua popular, hasta la Renaixença (segunda mitad del S. XIX), movimiento que devuelve el catalán a la categoría literaria. A comienzos del S. XX, el catalanismo político reivindica la enseñanza del catalán y el uso de la lengua en la Administración, lo cual posibilita la creación de la normativa moderna gracias, sobre todo, a la tarea del filólogo Pompeu Fabra. Durante la dictadura franquista (1939-1975), fue objeto de persecución sistemática, pero perduró como lengua de transmisión familiar hasta que, con la recuperación de las libertades democráticas, se devuelve la dignidad al catalán y se normaliza su uso en escuelas, medios de comunicación, mundo económico e industrias culturales. 



Historia de la lengua catalana.
Entre los siglos X y XI la lengua catalana estaba ya formada y se distinguia claramente del latín de donde provenia.
La lengua catalana aparece por primera vez en la documentación escrita en la segunda mitad del siglo XII. Se conservan textos catalanes jurídicos, económicos, religiosos y históricos del siglo XII, científico-filosóficos y literarios de los soberanos catalanes, de los tribunales, de los documentos jurídicos y de la comunicación administrativa. El primer texto conocido escrito integramente en catalán es la traducción de un pequeño fragmento del Liber iudiciorum , código de leyes visigótico, de la segunda mitad del siglo XII.
El primer texto conservado escrito originalmente en catalán lo encontramos en la literatura religiosa: las Homilies d'Organyà, a finales del siglo XII-principios del siglo XIII.
Desde el siglo XIII el catalán cuenta con su primer gran talento literario universal: Ramon Llull. Es el primer escritor que utiliza el catalán en la prosa literaria como instrumento normal de comunicación y también como herramienta util en la expresión cultural. En este sentido, Ramon Llull superó la situación lingüística de la época, que era favorable al uso del latín y del provenzal en textos filosóficos o literarios.
El gran periodo de la lengua catalana se extiende a lo largo de casi un siglo entre el 1274, año en que aparece el Llibre dels Feyts (o Crónica de Jaume I) y la Crònica de Pere el Cerimoniòs (1386), y que se completa con las Cròniques de Bernat Desclot y Ramon Muntaner (1265-1336). Durante los siglos XIII y XIV la lengua catalana alcanza su más grande expansión política y geográfica peninsular (se conquistan los reinos de Valencia y Murcia) y mediterranea (se conquista el reino de Mallorca, Sicilia, Cerdeña, Nápoles, Atenes y Neopatria). El catalán se llegó a hablar, aunque de forma desigual, en cinco estados del Mediterraneo donde gobernaban dinastias catalanas. El catalán llegó a ser, durante el siglo XIV, una de las lenguas más extendidas y difundidas. La prosa catalana de estos siglos (XIV y XV) tiene una característica remarcable: su alto grado de uniformidad. Eso fue debido a un factor unificador que influyó poderosamente sobre toda la producción escrita en catalán durante estos siglos: la existencia de la Cancelleria Real.
El siglo XV ha estado calificado de "siglo de oro" de la literatura catalana, aunque esta etapa dorada se inició ya en el siglo XIV con Bernat Metge. Desde el punto de vista literario, la lengua catalana alcanza momentos de esplendor, con las obras de los escritores Roís de Corella, Jaume Roig, Ausiàs March, poeta valenciano, auténtico forjador de la poesia catalana, y Joanot Martorell del cual hemos de destacar la novela Tirant lo Blanc, primera novela moderna de la literatura europea.
A raiz de la Guerra de Sucesión (1705-1715), Felipe V disuelve todas las instituciones de gobierno que aún existian en Cataluña y hace aplicar las leyes castellanas. El catalán padece diversas etapas de prohibición y también de represión, de manera que la mayor o menor implantación y el uso de la lengua en su propio territorio desde el siglo XVIII ha dependido más de causas políticas que no de razones estrictamente socioculturales.
Con todo, poco después (siglo XIX) comienza una etapa de recuperación económica, cultural y nacional conocida con el nombre de Renaixença. La lengua catalana vuelve a revivir como vehículo de cultura literaria gracias a los Juegos Florales y a figuras importantes como Jacint Verdaguer, Narcís Oller y Àngel Guimerà.
La Renaixença sirvio para tomar conciencia de la falta de unidad en el uso de la lengua (no existia un modelo de lengua comun escrita) y de la necesidad de proceder a la elaboración de unas normas ortográficas. La creación del Institut d'Estudis Catalans (1907) permitió la codificación mediante la publicación de las Normes ortogràfiques (1913), del Diccionari ortogràfic (1917) y de la Gramàtica catalana de Fabra (1918).
Durante el primer tercio del siglo XX Cataluña vive una gran efervescencia política que culmina con la recuperación de un cierto poder político (la Generalitat) durante la década de los años treinta. El catalán recupera el estatus de lengua oficial durante la Segunda República (1931-1939), del cual habia estado desposeido desde el siglo XVIII.
Pero todo aquel futuro prometedor se rompe a causa de la guerra civil y sus consecuencias. El uso público del catalán fué prohibido, y su uso se limitó al ámbito doméstico y familiar.
Aunque el Gombierno Militar de España prohibiera su us, muchos españoles entre ellos los mas cultos de la época defendieron en todo momento la existencia y uso del Catalan, como lengua de un territorio y de un pueblo; asi como de inoportuna la decisión de anular su uso.

EXCMO. SR. PRESIDENTE DEL DIRECTORIO MILITAR:
Los abajo firmantes, escritores en lengua castellana, que sentimos profundamente los merecimientos históricos de nuestro idioma y que apreciamos en todo su valor como insuperable vehículo para la difusión del pensamiento a través del mundo civilizado, nos dirigimos respetuosamente a V. E. para expresarle nuestro sentir con ocasión de las medidas de gobierno que por razones políticas se han tomado acerca del uso de la lengua catalana.
Es el idioma la expresión más íntima y característica de la espiritualidad de un pueblo, y nosotros, ante el temor de que esas disposiciones puedan haber herido la sensibilidad del pueblo catalán, creando para lo futuro un abismo de rencores imposible de salvar, queremos, con un gesto fraternal, ofrecer a los escritores de Cataluña la seguridad de nuestra admiración y de nuestro respeto para el idioma hermano.
El simple hecho biológico de la existencia de una lengua, obra admirable de la naturaleza y de la cultura humana, es algo siempre acreedor al respeto y a la simpatía de todos los espiritus cultivados.
Nosotros debemos, además, pensar que las glorias de Cataluña son glorias españolas, y que los títulos históricos más altos que podemos presentar para ser considerados como potencia mediterránea se los debemos, en gran parte, al pueblo catalán, que hizo de la Barcelona medieval un emporio de riqueza capaz de competir con las repúblicas italianas, que creó una cultura admirable, que supo dar leyes de mar y cuya lengua inmortal resonó entre el fragor de las batallas ante las ruinas sagradas del Partenón, y sirvió para que en ella hablara por vez primera la filosofia nacional por boca de Raimundo Lulio, y fuesen cantadas las efusiones misticas del amor humano en los versos imperecederos de Ausias March.
El renacer de las literaturas regionales, que se produce como una de las consecuencias de la ideologia romántica, hizo florecer en Cataluña una literatura a la que pertenecen autores como Verdaguer y Maragall, que son primeras figuras de la literatura española del siglo XIX.Y nosotros no podemos tampoco olvidar que de Cataluña hemos recibido altísimas pruebas de comprensión y cariño, hasta el punto de que un insigne patriota catalán, amante fervoroso de la tradición española, el gran Milá y Fontanals, abrió con llave de oro el obscuro arcano de las manifestaciones artísticas más genuinas y características del pueblo castellano.
Creemos cumplir un deber de patriotismo diciéndole a Cataluña que las glorias de su idioma viven perennes en la admiración de todos nosotros y que serán eternas mientras exista en España el culto del amor desinteresado a la belleza.
Madrid, marzo de 1924.

 LOS ABAJO MENCIONADOS INTELECTUALES DE LA ÉPOCA, FIRMARON LA CARTA:


Pedro Sáinz, E. Gómez de Baquero, A. Bonilla San Martín, Gregorio Marañón. Angel Ossorio y Gallardo, Pedro Mata, Antonio Jaén, Tomás Borrás, Angel Herrera, Jaime Torrubiano Ripoll, R. Menéndez Pidal, Alvaro de Albornoz, Concha Espina, Augusto Barcia, V. García Martí, Conde de Vallellano, José Ortega y Gasset, Miguel Herrero, Luis de Zulueta, Domingo Barnés, Francisco Vighi, Pedro de Répide, León de las Casas, Joaquín Belda, José G. Alvarez Ude, Luis Giménez de Asúa, Luis Ruiz Contreras, Félix Lorenzo, Fabián Vidal , Gabriel Maura, Vicente Machimbarrena, Gregorio Martínez Sierra, Lorenzo Barrio y Morayta, Andrés González Blanco, José Toral, Luis Araujo Costa, Mercedes Gaibrois de Ballesteros, Fernando de los Ríos, Azorín, Manuel Pedroso, Luis Bello, José M.a Sacristán, Cristóbal de Castro, José Giral, Melchor Fernández Almagro, Ramón Gómez de Laserna, Manuel Bueno, Antonio Espina, Antonio Zozaya, F. García Lorca, F. Rivera Pastor, Alberto Insúa, Honorato Castro, Luis de Tapia, Luis Araquistain, Gustavo Pittaluga, E. Paúl Almarza, Juan de la Encina, José García Mercadal, Angel Lázaro, Bernardo Acha, Artemio Precioso, F. Escrivá, José Gutiérrez Solana, Jacinto Grau, Juan Pujol, José Ruiz Castillo, P. de Ciria Escalante, José Albiñana, Dr. García del Real, Gabriel Franco, Salvador Pascual, Eduardo Ortega Gasset, Carlos Pereira, Juan Guixé ,Leopoldo Bejarano, José Canalejas, Guillermo de la Torre, M García Cortés, Adolfo A. Buylla, P.A. Balbontín, Isaac del Vando-Villar, Cayetano Alcázar, Mauricio Paraísso, Rafael Urbano, Julio Cañada, Antonio Guisasola, Antonio Dubois, José Sánchez Rojas, José Antón, F. Madariaga, Luis de Hoyos Sáiz, Hipólito Jimneno, Luis G. Bilbao, Andrés Ovejero, Manuel Azaña, Claudio Sánchez Albornoz, Conde de las Navas, Luis Palomo, F. Arévalo Salto, Luis G. Urbina, Luis G. Andrade, F.de Bustamante, A. Pérez Serrano, Tommás Elorrieta, Manuel Hilario Ayuso, Eduardo Barriovero, Manuel Antón, J. Jordán de Urries, Juan Hurlado, Ramón Pérez de Ayala, J. Villalba, Alvaro Calvo, Marqués de Lozoya, Angel Torres de Alamo, Francisco de Viu, Luis Fernández Adravín y Alberto Marín Alcalde.
Desde la recuperación de las instituciones democráticas se promueve un proceso de recuperación del uso del catalán.

Aspectos fonéticos y ortográficos del catalán

Fonemas
Grafemas ordinarios
Ejemplos
Sonidos equivalentes en otras lenguas
a
æ (vocal neutra)
e (abierta)
e (cerrada)
i
o (abierta)
o (cerrada)
u
a, à
a, e
e, è
e, é
i, í, ï
o, ò
o, ó
u, ú, ü, o
cant, fàcil
porta, home
peu, època
neu, piqué
fill, gessamí, heroïna
cosa, però
gota, aprovació
just, túnica, diürn, govern
italiano canto
inglés cellar
francés après
fr. bonté
castellano hijo
fr. effort
fr. mot
cast. justo
b
p
m
v
f
d
t
z
s
n
l
r
rr
j
x
ñ
ll
g
k
b
p
m
v
f
d
t
z, s
s, ss, c, ç
n
l
r
rr, r
j, g
x, ix
ny
ll
g, gu
c, qu
boca
pare
mare
cavall
farina
dol
terra
donzella, cosa
savi, passar, cel, braç
dona
tela
pera
terra, rosa
majestat, gel
xaloc, caixa
Catalunya
llet
gat, guiar
car, quilo
cast. boca
cast. padre
cast. madre
fr. cheval
cast. fácil
cast. dos
cast. tema
fr. chose, inglés easy
cast. sabio, cosa
cast. corona
ing. laugh, whole
cast. pera
cast. tierra
fr. jaune, ing. John
fr. chat
cast. Cataluña
cast. llave
cast. gato
cast. caro
Notas:
Los ejemplos se ajustan a la pronunciación del catalán central.
El alfabeto catalán se compone de 26 letras (todas simples). La K y la W solo se utilizan en palabras de origen extranjero. La Y solo se utiliza en el dígrafo NY (Ñ) o palabras de origen extranjero.


Uso de algunos dígrafos:
Dígrafo Posición Ejemplos
rr
ss
ll
ny
qu
gu
ix
intervocálica
"
cualquiera
"
delante de e, i
delante de e, i
después de a, e, o u
terra, carro
passar, passeig
llet, collita, cavall
nyap, Catalunya, company
paquet, quitrà
guerra, àguila
caixa, peix, coix, fluix

Otras caracteríscas del catalán:
La ela geminada l·l con un sonido muy palatal, como si fuera una ele doble.
La ce trencada ç. Suena como una ese castellana.
La terminación ig (puig, mig) suena como la ch castellana.
Tx, en cualquier posición, suena como la ch castellana. Suena más fuerte que el dígrafo ix. El dígrafo ix a principio de sílaba y después de consonante, se escribe: x, xauxa, xop.
Se debe tener en cuenta que los dígrafos ll y ny (ñ) en posición final tiene una pronunciación peculiar en catalán.
En catalán la h, en general, es muda. En formas ortográficas antiguas se puede topar con la terminación ch, po ejemplo: Llach, Vich, Balasch... Ahí la h es muda, por lo que se debe de pronunciar. Llak, Vik (población), Balask.
La r final en catalán central, en general, es muda, por ejemplo en: Sabater, Gener, Mariner (apellidos) y que se pronuncian: Sabaté, Gené, Mariné. En cambio no es muda en Mir, mar, Bar...
En algunas zonas del dominio catalán se distingue la pronunciación de la B y la V.

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